Cómo en Argentina las mujeres obtuvieron el derecho al aborto gratuito cuando lo pidan

Las madres llevaban a sus hijos a los mítines. Aquí, una niña muestra sus alas con las palabras “Aborto legal ahora”. FOTO: Cecilia Nowell
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Paula Carbajal es miembro del Partido Socialismo y Libertad (PSL) y de Mujeres por La Libertad en Argentina. PSL es una organización miembro del Comité por el Reagrupamiento Internacional Revolucionario (CRIR). Carbajal es activista por los derechos de las mujeres y miembro fundador del consejo de la corriente sindical de maestros “La Colorada” en la provincia de Neuquén en la Patagonia. Escribió los siguientes comentarios para la discusión que tuvo lugar después de una proyección del documental de 2019 sobre la lucha por el derecho al aborto en Argentina, “Que sea ley” por parte del capítulo del Partido de Libertad Socialista de la ciudad de Nueva York. El tráiler de esta película está disponible en www.imdb.com/title/tt10208192.

Hay una historia de fondo sobre la legalización del aborto en Argentina en 2021. El capítulo más reciente comenzó cuando en el Encuentro Nacional de Mujeres anual, una asamblea autoconvocada lanzó la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Argentina en 2003. El Encuentro ha movilizado a miles de activistas desde 1986, tres años después del final de la asesina dictadura militar que duró 7 años y cometió un genocidio.

Durante los 15 años posteriores al voto del Encuentro, las mujeres presionaron a la legislatura nacional para la legalización, pero ni siquiera se debatió nunca a pesar de que ambas cámaras del Congreso estaban controladas por el peronista Partido Justicialista durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. (El Partido Justicialista es una organización capitalista liberal similar al Partido Demócrata de los Estados Unidos).

Cuando el presidente neoliberal de centroderecha Mauricio Macri asumió el cargo en 2018, respaldó el debate de un proyecto de ley de este tipo en el Congreso. Esta fue una estratagema para crear una cortina de humo que desviara la atención de las concesiones de su gobierno al Fondo Monetario Internacional, el cual exigía enormes pagos de intereses sobre la deuda de Argentina. El presidente Macri y la alianza político-religiosa que gobernaba el país nunca imaginaron que el proyecto de ley llegaría al Senado para su aprobación.

Todos los políticos del poder establecido subestimaron la rebelión que siguió, la cual fue liderada por mujeres jóvenes, pobres y de clase trabajadora. Nunca imaginaron cuán inmensa sería la gran cantidad de apoyo de los trabajadores, vecinos, las escuelas y universidades.

Desestabilizando las cámaras del poder. Millones de mujeres salieron a las calles para reclamar su derecho a controlar y defender sus vidas. El movimiento se conoció como la “ola verde”, llamado así por los pañuelos verdes que se convirtieron en su símbolo, y sacudió los cimientos de la estructura de poder que mantiene el orden capitalista en la Argentina.

La ola verde generó debate y división en todos los partidos. Cambió fundamentalmente las condiciones pues las movilizaciones expusieron la ideología irracional, antidemocrática y misógina de toda institución y organización enemiga de las mujeres.

Las fuerzas que se negaban a reconocer los derechos de las mujeres a controlar sus propios cuerpos nunca imaginaron que la batalla generaría una ola de solidaridad internacional que se extendió por toda América Latina. Subestimaron el poder del movimiento para desencadenar campañas exitosas en otros lugares.

Como muestra el documental “Que sea ley”, finalmente en 2019, con más de 500,000 mujeres que rodeaban el congreso y millones más que realizaban vigilias en las plazas de ciudades de todo el país, la ley del aborto fue derrotada en el Senado por solo siete votos. Aquí es donde termina la película.

Segunda movilización de masas. Sin embargo, la lucha no terminó ahí. La nueva generación de activistas se unió a sus madres y abuelas para continuar con la batalla. Fracasaron los intentos del gobierno de Macri y de sectores reaccionarios por desmantelar las protestas y apaciguar la enorme presión social.

Por eso, en 2020 el gobierno peronista del presidente Alberto Fernández se vio obligado a cumplir una promesa de campaña y a apoyar un nuevo debate en el Congreso sobre la legalización del aborto. En plena pandemia, las mujeres argentinas demostraron una vez más que ningún derecho se puede alcanzar sin luchar. Las masas tomaron las calles. Esta vez el proyecto de ley fue aprobado y el 14 de enero de 2021, el presidente Fernández firmó la ley por el aborto seguro, legal y gratuito en Argentina.

Sin embargo, sabemos que debemos permanecer alertas, especialmente dado el revés que sufrieron las mujeres de los EE. UU., que representa la decisión de la Corte Suprema de los EE. UU. de revocar Roe v. Wade. Sabemos que las fuerzas reaccionarias en Argentina están al acecho, esperando el momento oportuno para atacar y revertir las conquistas que acabamos de lograr.

Sabemos que solo luchando incansablemente para vencer al patriarcado y al capitalismo podremos terminar con toda opresión y explotación y lograr la libertad y la igualdad permanentes.

Envía tus comentarios a CRIRinter@gmail.com.

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