Congreso de las Mujeres Radicales: Estimulando la rebelión feminista mundial

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Las mujeres de todo el mundo se están rebelando. Ya sea contra las maquiladoras en Tailandia, los retenes en Palestina o el femicidio en México, se están organizando para crear un mundo mejor para sus comunidades y para ellas mismas. Éste fue sólo uno de los estimulantes temas del congreso del 41º aniversario de las Mujeres Radicales.

Durante cuatro emocionantes días, 250 mujeres y hombres se reunieron en el histórico edificio Women’s Building de San Francisco, centro neurálgico de actividad feminista.

Discutieron las formas en que el feminismo socialista se refleja en la vida cotidiana y vieron concretamente el poder de esas ideas: desde la impresionante lista de grupos internacionales que mandaron mensajes de solidaridad hasta el entusiasmo de los participantes como Francisca Montero, quien expresó su alegría de encontrar una teoría que fuera aplicable a su realidad.

Montero, activista afrolatina de Nueva York, elogió la reunión: “Hay tantos niveles de cuestiones que observé en este congreso; fue increíble. Había gente de países árabes, Costa Rica, México, y de diferentes partes de EEUU – fue maravilloso. ¡Hubo mayores y jóvenes también!”

Se encienden la pasión y la política. Realizado del 3 al 6 de octubre, el evento atrajo a estudiantes sedientos de conocimientos, a organizadores veteranos, y a activistas incipientes de todos los colores y persuasiones sexuales. Estuvieron presentes por lo menos cuatro países extranjeros y 11 diferentes estados de EEUU. Una mujer viajó desde Kentucky para asistir al congreso y regresó con montones de literatura y con motivación para difundir las ideas de las Mujeres Radicales.

Fue difícil no sentirse inspirado por un programa repleto de paneles, talleres y conferencias. ¡Y qué discusiones! Después de cada panel, los participantes se formaban para hablar por el micrófono entusiasmados de expresar sus puntos de vista y proponer estrategias tácticas. Entre las sesiones, hubo talleres sobre todos los temas, desde “Confianza para hablar en público” hasta el “ABC del feminismo marxista”, desde “Jóvenes radicales y rebeldes mayores” hasta “Jóvenes, gays y radicales: ¿por qué causa estamos peleando?” Los talleres repletos y el entusiasta intercambio de ideas demostraron el gran interés que tenían los participantes en aprender y aplicar la teoría política en su activismo social.

Los discursos más importantes por parte de la poeta Nellie Wong y la acosada abogada Lynne Stewart hicieron que la gente aplaudiera de pie. En la noche hubo baile de salsa, convivencia social y un ruidoso banquete.

¡Y qué momento! Mientras los conferencistas hablaban del socialismo, el capitalismo se venía abajo: Wall Street se desplomó y el Congreso asignó rescates para los bancos. ¡Tales movimientos “telúricos” incrementaron la sensación de urgencia a la perspectiva de todos: el sistema de lucro debe desaparecer y las mujeres trabajadoras tienen un papel vital pues serán testigas de su destrucción!

La resistencia es global. Las sesiones estuvieron llenas de historias de mujeres que luchan y que hacían justo eso. Raquel Rodríguez, con una historia personal, habló en el panel sobre el movimiento laboral acerca de la reciente huelga de limpiadores contra las compañías de alta tecnología del Área de la Bahía.

Rodríguez habló de noches frígidas en las líneas de piquetes y criticó a los falsos líderes sindicales, quienes mermaron la huelga haciendo tratos apresurados con la gerencia. También les dio crédito a las mujeres por mantener viva la huelga el suficiente tiempo para ganar mejoras. ¿Qué la mantuvo estimulada? “Yo haría cualquier cosa por mis hijos”, comentó.

Las participantes del panel laboral fueron Linda Averill, de Organized Workers for Labor Solidarity; Mary Ann Curtis, involucrada en una campaña sindical en la Universidad de Washington; y Blanca Misse, representando a la Liga Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional.

En la discusión, los participantes reconocieron que el liderazgo y duro trabajo, representados por mujeres como Rodríguez, no es una cualidad mística sino que tiene sus raíces en el doble trabajo de las mujeres como cuidadoras sin sueldo en el hogar y como las trabajadoras más explotadas de todos.

Un panel de conferencistas de varios países demostró cómo dicha dinámica se da a nivel global. Sus presentaciones describieron una imagen horrible de las condiciones laborales que se sufren en todas partes y la manera en que las políticas neoliberales de “libre comercio” agudizan la miseria, sobre todo para las mujeres. Sin embargo, el sufrimiento y la represión estimulan la resistencia: y las mujeres están muy involucradas.

Leda Silva, del Partido Obrero Socialista de México, describió las titánicas batallas para defender las pensiones y las leyes laborales. Las mujeres mexicanas son las que más necesidad tienen de conservar derechos básicos tales como el permiso de maternidad con goce de sueldo. Silva también citó la proliferación de las maquiladoras bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en las cuales las mujeres son el 54 por ciento de los trabajadores.

Costa Rica está luchando por un pacto similar, el Tratado de Libre Comercio de América Central. La conferencista Patricia Ramos Con del Partido Revolucionario de las Trabajadoras y los Trabajadores agradeció a las Mujeres Radicales por su apoyo a los activistas sindicales costarricenses, y ofreció su solidaridad mutua. “Su lucha es nuestra lucha”, afirmó.

Debbie Brennan, organizadora de Mujeres Radicales en Melbourne, habló de cómo la crisis económica de 1997 en Malasia, Tailandia y demás países del sureste de Asia había forzado a varios cientos de miles de mujeres a entrar en la “economía informal”, en la cual no tiene protecciones laborales. Sin embargo, al igual que en México, las mujeres se están sindicalizando. En India, por ejemplo, los trabajadores temporales se organizaron en base a las demandas de los trabajadores peor remunerados.

En Palestina, las mujeres están desafiando creativamente la ocupación. La Dra. Raya Fidel, feminista israelí-americana, contó de una madre que le aventó su bebé a un extraño fingiendo que era el padre, para distraer a la policía y para evitar que arrestaran al hombre en el retén.

Una y otra vez, los panelistas aseveraron que la revolución de los EEUU importa mucho para la lucha por el socialismo en todo el mundo, y reconocieron a las Mujeres Radicales por crear el liderazgo de las mujeres en la “panza de la bestia”.

La panelista Wang Zheng, feminista y académica china, comentó que es emocionante “ver una fuerza revolucionaria tal aquí en los EEUU.”

El feminismo, la versión socialista. Otro tema importante fue la explicación y profundización en las ideas del feminismo revolucionario. Las Mujeres Radicales (RW) se fundaron sobre el principio de que las mujeres realmente no pueden ser iguales en ninguna sociedad dominada por la economía del capital pues éste se nutre de la desigualdad. El sexismo, como el racismo, es lucrativo … para la clase gobernante.

Laura Mannen, maestra en Portland, Oregón, provocó una animada discusión con su ensayo sobre la necesidad de construir un movimiento feminista que sea independiente de los partidos demócrata y republicano, los cuales son pro capitalistas y adictos a la guerra. Líderes de grupos como la Organización Nacional para las Mujeres (NOW), guiadas por el feminismo burgués, alientan a los demócratas a la vez que se olvidan del feminismo. Lo mismo hacen las ONGs pues su trabajo consiste en aliviar el dolor y no en erradicar las causas del mismo.

El trabajo de las RW es capacitar a mujeres líderes pues la batalla para desarraigar el capitalismo requiere de guerreras. Esto lo confirmó el número de partidos revolucionarios que enviaron saludos y que asistieron al congreso. Como declaró el Partido de Libertad Socialista (FSP), la organización hermana de las Mujeres Radicales, “Las Mujeres Radicales desempeñan un papel imprescindible en el desarrollo del liderazgo teórico y práctico de las mujeres para introducir una voz feminista revolucionaria en todos los movimientos”. Henry Noble, el secretario nacional del FSP, y otros hombres del partido asistieron a este acto.

Los inmigrantes contraatacan. En los EEUU, como en el resto del mundo, las mujeres inmigrantes son uno de los grupos más oprimidos. Una de las sesiones se dedicó a incrementar la defensa de las mujeres inmigrantes y a apoyar su valiente liderazgo. En un ensayo, Christina López, organizadora de RW de Seattle, fomentó este curso y citó ejemplos en los cuales los ataques contra los inmigrantes están empujando a las mujeres a tomar las riendas.

Durante la discusión, latinas jóvenes de un grupo estudiantil, Las Mujeres, preguntaron qué podían hacer cuando regresaran a su universidad, Portland State. López les comentó acerca de una protesta en la Seattle University después de que el Departamento de Seguridad Nacional tratara de reclutar estudiantes. También hizo hincapié en la necesidad de exhortar al movimiento laboral organizado para que defienda a los trabajadores indocumentados, sobre todo a aquéllos que sufran redadas en su trabajo. Su ensayo fue adoptado unánimemente.

La construcción de un movimiento multirracial. El congreso se enfocó en los retos de la organización multirracial. ¿Cómo pueden los activistas contrarrestar el racismo del cual se alimenta el capitalismo? Un panel de líderes veteranos (asiático-americanos, negros, chicanos y blancos) habló de ese asunto.

Los conferencistas señalaron dos ideologías que frenan a los movimientos: el nacionalismo cultural, el cual considera la raza como el problema de más importancia, y el racismo liberal, el cual alimenta la culpabilidad y la evasión de los blancos. Ambos ocultan los problemas de clase y ninguno resuelve las tensiones que existen entre la gente de diferentes razas y etnias.

Los panelistas reconocieron que la organización multirracial no es una tarea fácil. Norma Abdulah, feminista negra pionera de 87 años, relató sus experiencias en el Partido Comunista, en que le dijeron hace muchos años que se limitara a la “Cuestión Negra”.

La organizadora de RW en Nueva York, Emily Woo, propuso la alternativa: la integración revolucionaria.

Esta teoría, desarrollada por los fundadores del Partido de Libertad Socialista y abrazada por RW, reconoce el liderazgo de las mujeres de color, sobre todo de las africanoamericanas, debido a sus múltiples opresiones y a su historia única. La integración revolucionaria también considera la revolución socialista como el único camino duradero para erradicar el racismo.

Mujeres Radicales, ¡adelante! El último día del congreso lo pasamos sintetizando los días previos de discusiones para crear un plan de acción. El nuevo Comité Ejecutivo Nacional elegido durante el congreso dará prioridad e implementará las distintas propuestas y decisiones que se tomaron. Esto incluye el trabajar con otros en frentes unidos y coaliciones, y reclutar con todo nuestro entusiasmo a más agitadores para las RW.

Mantente al tanto de los efectos de esta importante cumbre. O mejor aún, ¡involúcrate! Citando a Clara Fraser, una de las fundadoras de RW, “Carajo, hermanas, hagámonos revolucionarias. Lancémonos al escenario de la historia. El mundo está esperando que salga el sol”.

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