Del 9 al 12 de julio, rodeado de noticias de crisis económica, guerra y desastres ecológicos, el Partido de Libertad Socialista (FSP) se reunió para analizar esta época y para discutir estrategias para luchar y progresar.
El congreso, que incluía un contingente del FSP de Australia, incluyó intensas discusiones y tomas de decisión democráticas. En la reunión resaltaron los talleres de aprendiza-je de destrezas y los paneles sobre la resistencia gay así como las batallas para salvar la educación pública. Celebrado en el Evergreen State College en Olympia, Wash., la conven-ción abierta atrajo a muchos estudiantes y activistas novatos del socialismo. Los invitados participaron integralmente en las deliberaciones, incluyendo los votos consultivos.
Las densas discusiones durante el día fueron seguidas por eventos sociales en la noche incluyendo un cómico espectáculo de talentos en el que los miembros de las sucursales del FSP presumieron de lo que sabían hacer.
El logotipo del evento, una mariposa, y el lugar, una hermosa casa comunal nativa, se adecuaban al espíritu de transformación que caracterizaron los procedimientos. En sus comentarios de apertura, el Secretario Nacional Doug Barnes explicó que los americanos nativos asocian la mariposa con el cambio y la renovación. “Pensamos que esto es lo más urgente pues el capitalismo está destruyendo al mundo entero en su búsqueda de lucro.”
A medida que aumenta la desilusión con el status quo, la cuestión que discutieron los miembros del FSP es cómo construir una fuerza capaz de arrebatarle el control a la clase gobernante. Dicho proyecto puede parecer enorme. Pero la urgente necesidad de revolución contagió a los participantes de un compromiso profundo para incrementar el ritmo de la organización anticapitalista; compromiso que fue fortalecido por los saludos solidarios enviados desde cerca y desde lejos.
Feminismo socialista en la vanguardia. En primer lugar, fue Guerry Hoddersen, Secretaria Internacional y antigua Secretaria Nacional del FSP, quien informó acerca de los cuantiosos viajes de miembros del partido a América Latina y de numerosas discusiones con hombres y mujeres radicales de esos lugares. Éstas incluyeron conversaciones acerca de la manera en que la Izquierda generalmente le quita importancia a los retos y al liderazgo de las mujeres, tanto en EEUU como en América Latina, y de la forma de solucionar esta cuestión. Dichas experiencias hicieron patente el importante papel del FSP para fomentar la teoría y la práctica feminista revolucionaria en la lucha por el socialismo inter-nacional.
Un aspecto clave de la cuestión es el apoyo del partido a los movimientos autónomos de los más oprimidos, los cuales crean consciencia, fomentan el espíritu de lucha y mejo-ran las condiciones para la clase trabajadora en su totalidad. El feminismo socialista es un programa para darles prioridad a aquéllos que han estado en último lugar.
Relacionado con lo anterior existe una postura fundamental del FSP llamada integración revolucionaria, discutida por la editora del Freedom Socialist, Andrea Bauer, durante su presentación del ensayo principal de la convención, llamado “resolución política”. La integración revolucionaria reconoce el papel esencial del liderazgo que tanto los negros como las mujeres desempeñan para lograr el progreso social.
Bauer también aclaró el concepto de partido de vanguardia: no un grupo elitista, sino una organización de voluntarios capacitados dispuestos a ofrecer liderazgo en la lucha por una nueva sociedad.
Hoy día, la misión del FSP, afirmó Bauer, es difundir las ideas del feminismo socialista como antídoto para la crisis capitalista. A medida que aparecen las señales de un nuevo nivel de lucha, “El partido debe aprovechar esta oportunidad única.”
Liderazgo de los más oprimidos. Una manera clave en la que las élites de EEUU tratan de mermar la oposición es negar la existencia del racismo sistémico. Esta cuestión fue explorada por panelistas que hablaron del mito de la sociedad posracial. ¿Su conclusión? El negar el racismo no hace que desaparezca.
No obstante, afirmó la panelista Emily Woo Yamasaki, el racismo no es inevitable: es un producto del capitalismo y en la sociedad socialista no tendrá cabida. Yamasaki elogió el papel de las mujeres de color que hacen mover a la clase trabajadora en su totalidad cuando luchan en contra de las múltiples opresiones que padecen.
Yamasaki es la nueva coordinadora del Comité Nacional de Compañeros de Color (NCCC), comité conjunto del FSP y las Mujeres Radicales, la organización hermana del parti-do.
Yamasaki habló de la importancia del NCCC para crear el liderazgo de la gente de color y para analizar los problemas que los afectan.
La co-panelista Christina López, organizadora de las Mujeres Radicales de Seattle y chicana originaria de Arizona, dio ejemplos de la manera en que los prejuicios se han inten-sificado en los EEUU — causando así un incremento en el activismo de las mujeres de color.
López elogió a mujeres negras que lucharon para salvar la educación pública y a los trabajadores indocumentados provocando que se intensificara el movimiento laboral en las luchas militantes contra empleadores como Republic Windows and Doors.
En la discusión, Beatriz Páez, joven madre chicana de Los Ángeles, describió su ciudad como “el epicentro de la crisis presupuestal”, donde el gobernador Schwarzenegger está reduciendo los sueldos y la ayuda a las madres solteras. Lo que está pasando en Los Ángeles, afirmó, se propagará — tanto los ataques como la resistencia.
Los panelistas y oradores de la audiencia también mencionaron la particular situación desesperada de los negros de los EEUU hoy en día, y se comprometieron a incrementar la acción del partido en su defensa.
Explorando los caminos del progreso. Los paneles sobre la educación pública y el movimiento laboral motivaron la creación de coaliciones síndico-comunitarias y de frentes unidos como importantes herramientas para la autodefensa de los trabajadores. En California, por ejemplo, el FSP se encuentra en plena batalla librada conjuntamente por estu-diantes y sindicatos para cesar la privatización de la educación.
También son necesarios, afirmaron los panelistas, los consejos radicales de sindicatos y las herramientas para la organización de los desempleados.
El concepto de revolución permanente, desarrollado por el revolucionario ruso León Trotsky, abarca la mayor parte del marco teórico del activismo del FSP. Red Letter Press, la editorial del FSP, con orgullo presentó una nueva edición del libro Revolución Permanente, previamente agotado en los EEUU.
La revolución permanente explica cómo la causa socialista se difunde a escala mundial. La comprensión de esta teoría ayudó a guiar la discusión sobre prospectos para Cuba en un momento en el que los líderes de la Isla retroceden hacia el capitalismo. Los informes de un panel de oradores que han estudiado a Cuba y que la visitaron recientemente provocaron una apasionada discusión y debate y, finalmente, un voto afirmando la necesidad de un nuevo partido socialista en Cuba — como la única manera posible de que so-breviva la revolución. (Para salvar la Revolución cubana se requiere un nuevo partido socialista.)
Poniéndose a la altura de las circunstancias. Actualmente, el FSP tiene 44 años de edad, y la antorcha del liderazgo del partido ya ha sido pasada una vez de una generación a otra. En una conmemoración de las fundadoras del partido y líderes de antaño Clara Fraser, Melba Windoffer y Gloria Martin, Helen Gilbert habló de cómo estas radicales blan-cas y judías mayores forjaron un partido multirracial y multi-generacional con base en sus ideas políticas y en su fe en el poder de las mujeres y de la gente trabajadora para transformar al mundo.
Fue emocionante ver cómo se desarrollaba este proceso una vez más cuando camaradas de veinte y treinta y tantos años se hacían cargo de nuevas responsabilidades del par-tido, justo al lado de camaradas mayores que hacían lo mismo. En un panel de colaboración intergeneracional, miembros mayores y jóvenes hablaron de las recompensas y los retos que surgen cuando colaboran camaradas de diferentes edades.
El último día lo pasamos estableciendo las prioridades para que el FSP siga creciendo y para que se mantenga listo para la lucha. Esto incluyó planes para recaudar fondos para mantener la publicación del Freedom Socialist. También incluyó, al igual que las sesiones previas, una evaluación honesta de los puntos fuertes y débiles del trabajo del partido.
Una de las tareas finales y esenciales fue la elección de un nuevo comité ejecutivo nacional. Esto fue el producto de un cuidadoso y deliberado proceso, establecido original-mente por el pionero trotskista James P. Cannon. Una comisión nominadora de bases del FSP, elegida al principio de la convención, examinó las necesidades y el personal del par-tido para desarrollar una lista de candidatos sobre los cuales los miembros discutan y voten.
Los líderes seleccionados incluyen miembros jóvenes y nuevos en el Comité Nacional al lado de veteranos mayores. Esto demuestra que somos un partido en transición, el cual se formó durante el apogeo del movimiento de jóvenes en la década de 1960 y que actualmente está reclutando una nueva generación de rebeldes decidida a hacer la revolución en EEUU.