LA INCREÍBLE REVOLUCIÓN cubana ocurrió hace 36 años cuando yo era una rebelde de 38 años que se enamoró de ella. Soñaba en tomar, de alguna manera, un vuelo directo en un jet a La Habana (lo cual no existía) y en ofrecer los talentos que pudiera tener al altar de la nueva y orgullosa sociedad.
Sin embargo, nunca olvidaré el serio dictamen que dirigió Fidel a nosotros los norteamericanos siempre eufóricos: Muchas gracias, camaradas, pero la ayuda más importante que nos pueden brindar es la de permanecer en casa y transformar el sistema que nos explota desde su propio país.
SU MENSAJE FUE el de un trotskista de facto, lo supiera o no. Yo era (y sigo siendo) creyente en la ideología pro-leninista y anti-estalinista de León Trotsky. Las palabras de Castro ilustraban de manera total el concepto trotskista de la Revolución Permanente – o sea la reacción en cadena entre los países avanzados y los coloniales – como nada que hubiera yo experimentado desde que, después de su ruptura con Stalin, Marshal Tito despachó un barco de carga hacia Nueva York que transportaba cientos de simpatizantes a Yugoslavia para participar en las brigadas de trabajo. Yo estaba lista para participar en esa aventura cuando el odioso Departamento de Estado prohibió que la gente abordara el barco.
Hasta el día de hoy, siento dolor en mi alma a causa de mi viaje frustrado y de mi impotencia para unirme a los grupos de trabajo de Cuba en los años 60. Por eso es que estoy tan entusiasmada respecto a la Brigada Feminista Internacional que irá a Cuba en septiembre. Ser testigo del desenvolvimiento de una revolución, especialmente una revolución que lucha por su vida, imperturbable, contra un enemigo enorme, es un gran privilegio, sobre todo para los Yanquis que viven en un país donde supuestamente nunca deben ocurrir cambios radicales (aparentemente 1776 y 1863 bastaron).
YO ESCRIBÍ ACERCA DE ALGUNAS de mis acciones en pro de la bella Cuba en el Freedom Socialist del invierno de 1983 que marcó el 20 aniversario de la muerte de John F. Kennedy. En “Camelot, Shamalot,” dije lo siguiente acerca de su asesinato:
“Los magnates de los medios de comunicación no tienen interés en dar a conocer la compleja conspiración que involucró perfectamente a J. Edgar Hoover, el FBI, la CIA, la Mafia, los Borbones del sur y …otros hombres hostiles…Oswald se valió del típico truco al estilo Nazi después de su arresto: dio de alaridos para convocar la defensa del ACLU y anunció que…él había sido el presidente en Nueva Orleans del Comité de Juego Limpio para Cuba (Fair Play for Cuba)…
“La prensa de Seattle, así como la policía, hostigaron muy oportunamente a la dirigente del comité de Seattle, que era yo.
“…Yo debía haber tenido miedo, pero estaba demasiado indignada…Así que protesté a voz en grito ante la policía, los reporteros y los metiches.
“Nunca he oído hablar de Oswald, dije; ni siquiera habíamos tenido nunca una sucursal en Nueva Orleans. Oswald estaba tratando de culpar a Fidel, cuando en realidad eran sus patrones los que estaban tratando de cazar a Fidel.”
EL COMITE FAIR PLAY FOR CUBA popularizó el milagro cubano sirviendo como una agencia de contrataciones para conferencistas viajantes. Uno de los beneficios secundarios era la bendita ausencia de los monstruos de control estalinista porque esos ilustres miembros del Partido Comunista se rehusaron a ayudar a Cuba rotundamente. Las revueltas violan su búsqueda de la “coexistencia pacífica” con los gobernantes del mundo; sin embargo, la avenencia cordial con los magnates imperialistas siempre ha sido una fantasía, sobre todo en el caso de Cuba.
Antes de su épico renacimiento en 1959, la isla tropical era el paraíso de especuladores extranjeros, de ricos decadentes y de mercaderes oportunistas diversos; como resultado la gente quedó sin empleos, con hambre y sin educación. Sin embargo, una vez que Castro y sus guerrilleros realizaron su trascendental ataque que hizo añicos el sistema antiguo, las represalias de la oficina principal del capital fueron inmediatas y brutales.
Durante 33 años incesantes, el bloqueo de Estados Unidos ha mostrado la falsedad de los lemas hipócritas acerca del libre comercio, la autodeterminación nacional y el derecho a viajar. Sin embargo, el eterno embargo también revela qué falsas son las pretensiones de que el comunismo está muerto – ¿por qué gastar una cantidad tan enorme de energía en tratar de aniquilar algo que supuestamente ya está muerto?
LOS DIRIGENTES CUBANOS caminan sobre una cuerda floja debilitada al tratar de preservar su estado obrero y al mismo tiempo introducir sectores de lucro acudiendo a algunas prácticas capitalistas desacreditadas (exactamente como en China). Sin embargo, la crisis general no podrá ser resuelta con cualquiera que sea la cantidad de maniobras políticas o negociaciones diplomáticas brillantes con los grandes poderes.
¡Pero imagínense lo que pasaría si los socialistas y comunistas y los izquierdistas en general se unieran a la juventud idealista de los países clave del mundo e hicieran una manifestación de masas contra el Goliat que está estrangulando a la intrépida Cuba – y si los protestantes de los Estados Unidos fueran miles! Esa es la clase de negociaciones que entienden el Pentágono y la Casa Blanca y Wall Street y los gusanos de Florida.
¡Radicales del mundo, únanse! No tienen nada que perder, sólo las cadenas que esclavizan a un pueblo valiente. Estamos en deuda con ellos y ahora tenemos una maravillosa oportunidad de pagar una parte de nuestra deuda con la alegría y el entusiasmo que irradia la Brigada Feminista Internacional. En nuestro corazón, todos somos brigadistas.