RADICAL WOMEN

Esto es la guerra: cambiemos el rumbo del aborto legal

Mayo de 2022. En Nueva York, manifestantes se congregan para defender el derecho al aborto. Las mujeres dirigirán la revolución. Fue publicado por el Partido de Libertad Socialista. FOTO: Claudia Li / FS
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En la década de 1960, esperé ansiosamente en el sórdido vestíbulo de un hotel de la ciudad de Nueva York a que a mi amiga le hicieran “El Procedimiento” arriba. Dos décadas después, en el noroeste del Pacífico, a pesar de que el aborto se hizo legal, regularmente me enfrenté a patanes de derecha que se burlaban de las pacientes en las clínicas de aborto.

La lucha por el aborto ha sido una batalla de generaciones. Fue legalizado en el estado de Washington en 1970, tres años antes de Roe v. Wade. Las mujeres negras de los programas contra la pobreza desempeñaron un papel clave, las cuales trabajaron con miembros de las Mujeres Radicales de Seattle en una coalición militante llamada Abortion Action Now (Acción por el Aborto Ahora). La organización multirracial de alto volumen presionó a una legislatura conservadora para someter la legalización a votación pública y se aprobó de manera contundente. Manifestaciones masivas, mítines y organizaciones de base ganaron este derecho crucial a nivel nacional.

Ahora tenemos que hacerlo de nuevo porque el juez de la Corte Suprema, Samuel Alito, ha atacado la Enmienda 14, promulgada para proteger a los esclavos recién liberados, y es la base de derechos como el control de la natalidad y el matrimonio LGBTQ+ e interracial. Prohibir el aborto dañará especialmente a las personas negras, latinas y pobres, incluidas las personas no binarias y transgénero.

Hay que difundir el mensaje. Votar y donar a los taimados demócratas no garantizará la justicia reproductiva. Diles a tus amigos y compañeros de trabajo que es hora de abandonar esta quimera. Los demócratas no están librando una batalla seria, pero amenazan los derechos de las mujeres para ganar dinero y votos.

Recientemente recibí un correo electrónico de la senadora demócrata del estado de Washington, Patty Murray, que decía que el Senado no había aprobado un proyecto de ley que habría convertido en ley a Roe v. Wade, pero, oye, ¿podrías aportar $ 5 para elegir candidatos a favor del derecho a decidir? Compara esta aburrida reacción con la respuesta de los manifestantes que gritaron el 9 de mayo frente a la casa de Alito “¡Aborten a la corte!” y después de lo cual se propuso inmediatamente un proyecto de ley bipartidista para aumentar la seguridad de los jueces.

Los demócratas deben aguantar o callarse. ¡Presidente Biden, apruebe una Orden Ejecutiva que haga del aborto una ley! Políticos a favor del derecho a decidir, levántense y siéntense en la Corte Suprema (si pueden escalar la nueva valla de seguridad). Convoquen a una marcha en Washington. ¡Actúen o quítense de enmedio!

Hay que detener a la ultraderecha con una izquierda feminista. Los ataques contra el aborto, la anticoncepción, los derechos trans y LGBTQ+, el acceso al voto, los derechos civiles y la teoría crítica de la raza provienen de supremacistas blancos de derecha. SCOTUS está controlado por una ideología religiosa de extrema derecha y es una institución antidemocrática.

¿Quién está detrás del giro hacia la dereca la corte y la legislatura? La clase dominante de los EE. UU. Trece corporaciones importantes (Coca-Cola, General Motors, AT&T, Comcast, Walmart, CVS, Amazon, Verizon, Walgreens, Google, Wells Fargo, Team Mobile, Citibank) han donado $15 millones de dólares a políticos antiaborto desde 2016.

Necesitamos una lucha de asuntos múltiples liderada por los más oprimidos. Los líderes sindicales deben dar un paso al frente, siguiendo la voluntad de los miembros, para representar a las mujeres de todos los colores y trabajadores de todos los géneros. El aborto es un tema laboral, un derecho humano y de salud esencial.

Actuemos ahora. “Habrá mucho que pagar. Depende de nosotras”, declaró Helen Gilbert, Organizadora de Mujeres Radicales en un bullicioso mitin en Seattle luego de la filtración del borrador de la decisión de Alito.

¿Cómo puedes convertir tu ira en acción? Únete a un grupo como la Movilización Nacional por la Justicia Reproductiva (ReproJusticeNow.org), que las Mujeres Radicales lanzaron hace dos años. Esta campaña de base plantea demandas que muestran cómo la justicia reproductiva es una necesidad multifacética que afecta a muchas comunidades. Además del aborto, exigen detener la esterilización forzada; el fin de los niños enjaulados y los abusos contra el bienestar infantil; seguro médico universal no racista; defensa de las familias queer y trans; educación sexual y cuidado infantil asequible; autodeterminación sexual para personas con discapacidad; y la expansión de los derechos al voto y sindicatos fuertes para defender el progreso social.

El aborto no estará libre de amenazas sin este tipo de enfoque amplio que abarque todos los movimientos. Además, las feministas estadounidenses pueden encontrar estrategias en el hemisferio sur.

Activistas argentinas lograron el aborto legal el 30 de diciembre de 2020, luego de décadas de trabajo. Tuvieron éxito a través de organizaciones de base que estaban vinculadas a campañas contra el feminicidio. Las feministas llevaron a cabo protestas masivas en las calles y educaron al público general sobre las aproximadamente 371,965 a 522,000 argentinas que arriesgan sus vidas cada año a través de abortos ilegales. La “ola verde” de Argentina, refiriéndose a los pañuelos verdes exhibidos por los partidarios del aborto legal, está arrasando América Latina. El 30 de junio de 2021, el estado de Hidalgo en México levantó las penas por aborto electivo, uniéndose a Oaxaca y la Ciudad de México en la confirmación del derecho a elegir.

Ya basta de gentilezas. ¡Quitémonos los guantes! Necesitamos una desobediencia civil masiva a nivel nacional. Levantémonos contra los farsantes traicioneros que siguen exigiendo nuestros votos y nuestro dinero. Organicémonos a nivel estatal y nacional para exigir nuestros derechos. ¡Destruiremos las leyes injustas!

Con nuestra ira concentrada en una acción unida y multirracial de la clase trabajadora, podemos cambiar la corte o derrocar al gobierno. ¡No retrocederemos!