De costa a costa, los trabajadores de hoteles y casinos están encendiendo la llama en pro del movimiento laboral de los Estados Unidos, llevando a cabo una tenaz lucha para salvaguardar las prestaciones de seguro médico y para lograr negociaciones contractuales sincronizadas para tener un mayor poder de negociación.
Dichos trabajadores son de muchos colores y lenguas; muchos son inmigrantes y la mayoría son mujeres. Sus trabajos van desde la limpieza hasta el servicio para banquetes.
Las protestas de solidaridad comenzaron en junio del 2004, seguidas de huelgas y cierres patronales en el otoño. Estos acontecimientos han sido ignorados en gran medida por los medios de comunicación y por los líderes del AFL-CIO nacional pues se encuentran ocupados intentando elegir a Kerry y a los demócratas.
En peligro se encuentra el bienestar de miles de personas, quienes laboran demasiado tiempo y demasiado duro por salarios demasiado bajos. Su representante es UNITE HERE, la fusión de UNITE (el sindicato del tejido, textiles y empleados industriales) y de HERE (empleados de hoteles y restaurantes).
Una de las metas principales de UNITE HERE es combatir el poder de las corporaciones hoteleras nacionales e internacionales que en conjunto actúan contra los trabajadores. Con este propósito, el sindicato se propuso obtener contratos para empleados de hoteles y casinos en todo el país que se vencieran simultáneamente.
En el caso de los trabajadores de hoteles, esto significaría contratos de dos años que venzan en el 2006; en el caso de los trabajadores de casinos, contratos de tres años que venzan en el 2007.
Mike Casey, el presidente de UNITE HERE Local 2 de San Francisco, declaró: “No podemos vencer a esas fuerzas globales del capitalismo con estrategias locales ni regionales”.
El gran “estrujón”. Después de la caída de las compañías “punto-com” en la última parte de los 90 y después del 11 de septiembre, la industria hotelera perdió clientes y despidió trabajadores. Sin embargo, los negocios ya han vuelto a mejorar.
Por ejemplo, InterContinental obtuvo ganancias de $522 millones en el 2003.
Mientras tanto, los trabajadores de hoteles han sufrido un aumento despiadado de trabajo ganando sueldos de $9 a $15 por hora.
Por otra parte, los hoteles pretenden que sus empleados acepten incrementos miserables de salario a la vez que llevan la carga de pagar incrementos gigantes en las primas del seguro médico.
Por ejemplo, si el cártel de hoteles de lujo de San Francisco de 14 miembros se saliera con la suya, un nuevo contrato sindical sería de la siguiente manera.
Duraría cinco años; los incrementos anuales del salario por hora serían de 20 centavos para trabajadores que no reciben propinas y de cinco centavos para aquéllos que sí las reciben; y en lugar del actual pago complementario de $10 por mes de seguro médico, los trabajadores pagarían $119 al mes o se quedarían sin la cobertura de seguro.
Los trabajadores de servicios en movimiento. A mediados de septiembre, miembros de UNITE HERE en Los Ángeles, San Francisco y Washington, D.C., todos trabajando con contratos vencidos, votaron abrumadoramente para autorizar una huelga contra las cadenas de hoteles que estaban deteniendo las negociaciones.
El 29 de septiembre, el sindicato Local 2 de San Francisco convocó a una huelga limitada de dos semanas contra cuatro de los 14 hoteles. Los otros hoteles tomaron represalias creando un cierre patronal contra sus propios trabajadores que eran miembros de UNITE HERE.
Cuando los huelguistas intentaron regresar a trabajar el 13 de octubre, éstos también fueron víctimas del cierre patronal.
Los miembros del Local 2 están peleando esta batalla con valor y desafío, y han logrado ganar beneficios estatales de desempleo y el apoyo del Alcalde.
En Los Ángeles, nueve hoteles de lujo han hecho un pacto para realizar un cierre patronal contra trabajadores sindicales si hay una huelga contra alguno de ellos. Los hoteles han dejado de deducir las cuotas sindicales unilateralmente y han comenzado a cobrarles a los trabajadores $40 al mes por el seguro médico.
En D.C., los empleadores de hoteles también están jugando sucio pues se han rehusado a negociar y están amenazando con incrementar los pagos complementarios del seguro médico. Como en Los Ángeles, los sindicalistas de D.C. se mantienen alertas ante la posibilidad de una huelga.
Mientras tanto, el 1º de octubre en Atlantic City 10,000 trabajadores del Local 54 de UNITE HERE abandonaron su trabajo en protesta contra siete casinos. Los enardecidos manifestantes de los piquetes de huelga portaban letreros tanto en inglés como en español.
Después de la más larga huelga en los 26 años de historia de la industria de casinos de Nueva Jersey, el sindicato convino en noviembre.
Sus miembros obtuvieron la cobertura completa de seguro médico, un incremento de salario del 28.3 por ciento, y importantes contribuciones para la jubilación por parte de la gerencia.
También lograron que los casinos dejaran de alquilar locales a bares y restaurantes cuyos trabajadores no son sindicalizados.
Desgraciadamente, no obtuvieron el contrato de tres años que habría estado sincronizado con otros contratos de casinos a nivel nacional.
Este hecho podría debilitar la posición de otros sindicatos locales en este respecto y hacer más difícil que el Local 54 pueda retener sus logros en futuras negociaciones.
Jugar para ganar. La huelga es el arma más poderosa de los trabajadores. Sin embargo, para que sean eficaces, las huelgas deben ser reales, no simbólicas. Esto significa que es necesario hacerse el compromiso de perseverar más que los empleadores y de pedirles su valiosa ayuda a otros sindicalistas.
Dicha ayuda incluye el que ningún miembro de ningún sindicato rompa los piquetes de huelga para realizar trabajo de ninguna clase. Se pueden formar coaliciones comunitario-laborales que incrementen el tamaño de los piquetes de huelga y que convenzan a la gente de que los respete.
También las coaliciones podrían ayudar a organizar cocinas comunitarias, guarderías y otros servicios para los trabajadores que no puedan sobrevivir con el sueldo de piquetes o con el seguro de desempleo.
Un boicot nacional contra las cadenas de hoteles sería un cambio deseado por los huelguistas de la militante pero fracasada huelga de supermercados de California del Sur, durante la cual las tiendas de todo el país continuaron operando con ganancias enormes. También se podrían convocar huelgas de solidaridad regionales o nacionales de un día.
Éste es el momento preciso, la importante temporada de fiestas, en que debemos brindar todo nuestro apoyo a los trabajadores de hoteles. Ellos no lo pueden lograr por sí mismos.
En San Francisco y Queens, Nueva York, ha habido actos aislados de una gran solidaridad por parte de sindicatos locales e individuos que se han rehusado a romper los piquetes de huelga. Lo que falta es un liderazgo nacional lo suficientemente osado como para hacer lo que sea necesario para ganar.
Esa responsabilidad les corresponde obviamente a los líderes del AFL-CIO, quienes cuentan con los recursos para lograrlo. Sin embargo, ellos reaccionarán sólo si los obliga la presión de las bases.
Una cosa es segura: el éxito en San Francisco fortalecería el movimiento laboral en su totalidad y contribuiría la victoria para los trabajadores de hoteles de todo el país — una victoria que realmente necesitan y que se han ganado con creces.
Para ver una lista de hoteles para boicotear e información adicional, visita www.UNITEHERE.org.