A continuación se encuentra una selección de un artículo de Hugo Cedeño, miembro fundador de la Liga Socialista de los Trabajadores (LST), profesor de sociología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y antiguo presidente de su federación de profesores.
En la década de 1920, se incrementó la migración haitiana a la República Dominicana debido a la bonanza de la industria de la caña de azúcar.
En 1937, el dictador Rafael Trujillo “dominicanizó” la frontera entre ambos pueblos, asesinando a más de 30 mil ciudadanos haitianos que vivían en la zona fronteriza. Sin embargo, posteriormente Trujillo celebró un convenio con los dictadores haitianos para la contratación de trabajadores de la caña de azúcar haitianos. En estos enclaves azucareros han nacido cientos de miles de dominicanos de ascendencia haitiana.
En los últimos 30 años, ha habido un considerable incremento en la migración para la construcción, la agroindustria y el comercio informal. Casi medio millón de trabajadores laboran al lado de nativos dominicanos. Los dos grupos también comparten la pobreza en las principales ciudades dominicanas.
El racismo contra los haitianos ha sido fuerte históricamente, sobre todo entre la clase dirigente dominicana. Con el tiempo, esto se ha convertido en una campaña sistemática contra los trabajadores haitianos y de herencia haitiana.
La campaña contra los inmigrantes ha alcanzado su clímax bajo el gobierno actual. Hoy día, se cuestiona el principio de la Constitución de 1963 según el cual una persona puede ser dominicana por haber nacido en el país.
La situación de los inmigrantes haitianos es la misma de millones de trabajadores inmigrantes en todo el mundo, en especial en los países imperialistas. Es responsabilidad de los revolucionarios organizar la lucha de todos los trabajadores inmigrantes del mundo y de luchar para que la clase trabajadora de cada uno de sus países colabore con este esfuerzo.