La devastación de Ucrania

Cómo entender las raíces imperialistas de la guerra de Rusia

25 de febrero de 2022. El día después de la invasión rusa, los militares de la Guardia Nacional de Ucrania se preparan para defender la capital, Kiev. FOTO: Gleb Garanich / Reuters
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La criminal invasión y bombardeo de Rusia contra Ucrania ha causado la condena internacional. Lo que está ocurriendo hoy en día, en el momento en que el Freedom Socialist va a la prensa a finales de marzo, es una tragedia casi impensable para los ucranianos.

Este es un desarrollo épicamente inquietante para todo el mundo. La gente de todos sitios ya se está viendo perjudicada económicamente, y muchos tienen preocupaciones razonables de que el conflicto pudiera convertirse en la Tercera Guerra Mundial, posiblemente involucrando armas nucleares.

Aunque es enorme la empatía por el pueblo de Ucrania, el cual está resistiendo valientemente la incursión rusa lo mejor que puede, nos seguimos preguntando “por qué”. ¿Qué llevó a Putin a recurrir a una apuesta tan arriesgada y costosa para obtener más territorio y poder?

Además, al mismo tiempo que la gente protesta contra la agresión de Rusia desde Nueva York hasta Londres, Atenas y Bangkok, se pregunta aún con más urgencia cómo se puede poner fin a esta guerra.

Cómo entender la guerra imperialista. Los principales medios de comunicación occidentales actúan como si Vladimir Putin fuera una especie de líder atípico entre los líderes de los países; si no un loco, al menos una anomalía. Sus jefes de estado, por el contrario, son demócratas con “d” minúscula amantes de la paz, quienes, si alguna vez se ven forzados a ir a la guerra, solo lo hacen con las intenciones más nobles.

Pero esto está lejos de la verdad en un mundo dominado por las potencias imperialistas, la principal de las cuales es Estados Unidos, por ahora.

En su libro El imperialismo: fase superior del capitalismo, escrito en 1916, V.I. Lenin explica qué es el imperialismo y cómo surgió. Esencialmente, es la división del globo por parte de los diferentes grandes países capitalistas en colonias y esferas de influencia.

El imperialismo no es ni puede ser un sistema estático. A medida que las fortunas económicas de los países aumentan y disminuyen, las rutas comerciales se abren y cierran, y el capital financiero crece y requiere nuevos mercados y recursos, la competencia entre las naciones se vuelve violenta. Cuando el estado financiero de un país está en ruinas, se agudiza su ánimo de tratar de conquistar nuevos territorios. En otras palabras, la crisis económica engendra la guerra.

Hoy en día, este es el caso de Rusia. Después del desplome de la Unión Soviética en 1991, cayeron en picada la economía y el prestigio mundial de Rusia durante la repugnante marcha de vuelta hacia el capitalismo. El asedio mortal de Putin sobre Ucrania, rica en recursos y estratégicamente ubicada, es un intento de sacar a Rusia de su crisis y de ascender en la escala imperialista.

El capitalismo mundial bajo estrés. Por supuesto, Rusia no es el único país que experimenta dificultades económicas. La crisis es global y la epidemia de COVID ha agravado aun más un sistema internacional ya precario e insano. La cruel escasez y la desenfrenada inflación son solo dos consecuencias por las que padecen los trabajadores y los pobres de todo el mundo.

Durante un tiempo después de la desintegración de la URSS, el mundo fue un mundo “unipolar” dominado por los EE. UU., que se mantuvo en la cima del poder a través de su dominio de instituciones como la OTAN y la ONU. Washington usó estas entidades supuestamente independientes como una hoja de parra para disfrazar la naturaleza imperialista de sus calamitosas guerras, ocupaciones y sanciones en Irak, Afganistán, Somalia, Cuba y otros lugares.

No obstante, el estatus quo imperialista se ha enfrentado a un desafío cada vez mayor a medida que la economía internacional se deteriora, y Europa del Este, o sea, los países del antiguo bloque soviético, son un tesoro que tanto Rusia como Occidente han estado codiciando.

La OTAN se ha estado expandiendo constantemente hacia el este, atrayendo provocativamente a países de la antigua URSS a su redil a pesar de que la Rusia postsoviética prometió que no lo haría. Rusia le declaró la guerra a Georgia para establecerse como el poder reinante en áreas separatistas, anexó Crimea de Ucrania y respaldó a presidentes pro-rusos en la región contra las protestas de su propio pueblo.

Cómo convertir a la resistencia en revolución. Putin afirmó que las “operaciones especiales” de Moscú en Ucrania eran necesarias para “desnazificar” al país. Es cierto que hay nacionalistas de extrema derecha en el gobierno de Zelensky, como los hay, peligrosamente, en muchos gobiernos del mundo.

Sin embargo, el carácter básico del gobierno elegido democráticamente de Zelensky no es fascista. Empero, él sí es un líder capitalista con el bagaje “normal” de corrupción y explotación. Como tal, no merece el apoyo político de los socialistas y los trabajadores con conciencia de clase, incluso cuando la justicia exige solidaridad con Ucrania contra el invasor ruso.

En contraste, Joe Biden, al frente de los países aliados de EE. UU., no tiene reparos en apoyar políticamente a Zelensky. El apoyo armado es harina de otro costal, ya que esto llevaría casi con certeza a la guerra directa con Rusia. Y en este momento, Washington calcula que hay más que perder que ganar con un conflicto de esa índole, aunque eso podría cambiar.

La esperanza para Ucrania no radica en sus “amigos” imperialistas egoístas, sino en la resistencia nacional e internacional, incluidas la de Estados Unidos y, sobre todo, la de Rusia.

Cualquiera que siga las noticias sabe lo que la guerra le está costando al pueblo ucraniano, que debe tomar la angustiosa decisión de huir de sus hogares como refugiados, quedarse para luchar o simplemente tratar de sobrevivir. Además, se ha visto el increíble desafío de los ciudadanos ucranianos que han logrado muchos triunfos contra el ataque de Putin.

Aquellos que están atentos a las noticias probablemente también sepan que supuestamente la moral de muchos de los soldados rusos es baja y lo más probable es que estén al tanto de que se están produciendo protestas contra la guerra, incluso en Rusia, frente a la terrible represión.

Sin embargo, lo que aún está oculto es la amplitud de la oposición rusa a la guerra, desde celebridades de la cultura pop hasta periodistas, defensores de los derechos humanos, socialistas y feministas.

Dos de los primeros grupos opositores que se formaron son la Resistencia Feminista Contra la Guerra y la Coalición de Socialistas Contra la Guerra, los cuales han emitido manifiestos inspiradores y reveladores. (Véanse sus declaraciones en internationalviewpoint.org y greenleft.org).

Si hay alguna salida a esta catástrofe que no sea una guerra de más alcance o la subyugación completa de Ucrania, será a través de un levantamiento masivo de activistas anti-guerra rusos contra Putin, donde las mujeres jugarán un papel clave.

Si esto sucede, no será la primera vez. La guerra a menudo engendra la revolución, y esto ya ocurrió una vez en Rusia, en 1917. En medio de la dura escasez de la Primera Guerra Mundial, los lamentos de las mujeres rusas para conseguir alimentos fueron los primeros sonidos que presagiaron la creación del primer estado obrero de la historia (cuya historia a lo largo del tiempo se puede encontrar en socialism.com).

No hay que olvidar que el mundo de hoy está clamando nuevamente por la revolución socialista. Se debe poner fin a los excesos de los oligarcas capitalistas, desde Putin hasta los multimillonarios Elon Musk y Jeff Bezos.

  • ¡Rusia fuera de Ucrania!
  • ¡Que se cierren las bases militares estadounidenses en el extranjero y que se traigan las tropas a casa!
  • >¡Que se disuelva la OTAN!
  • ¡Que no se derrame sangre obrera para la guerra imperialista!
  • ¡Que se abran las fronteras a todos los refugiados!
  • ¡Victoria a la resistencia ucraniana y rusa!
  • ¡Por la solidaridad obrera internacional y unos Estados Unidos Socialistas de Europa!

Vea las declaraciones sobre Ucrania del Partido de Libertad Socialista y el Comité por el Reagrupamiento Internacional Revolucionario.

See statements on Ukraine by the Freedom Socialist Party and the Committee for Revolutionary International Regroupment.

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