Bajo el gobierno de Barack Obama, las comunidades de inmigrantes corren más peligro que nunca, ya que se ha deportado a más gente que bajo George W. Bush.
Los drones Predator espían la frontera mexicana. Los políticos lanzan múltiples ataques contra la educación y los beneficios para los trabajadores indocumentados y sus hijos. Y Obama se rehúsa a censurar a funcionarios como el representante estatal republicano Virgil Peck, quien recomendó que se les disparara a los inmigrantes desde los helicópteros como a “cerdos salvajes”.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha fijado en 400,000 la meta numérica de deportaciones anuales. Como un medio para este fin, el gobierno de Obama ha expandido el mal denominado programa de Comunidades Seguras (S-Comm). Hasta ahora ICE ha implementado el S-Comm en 1,595 jurisdicciones en 44 estados y territorios.
En teoría, el propósito del S-Comm es otorgar a los funcionarios herramientas para identificar a inmigrantes indocumentados acusados de crímenes graves. Sin embargo, el S-Comm cuenta con un alcance tan grande que muchos inmigrantes que son deportados no son criminales en absoluto.
¡Para el verano de 2011, después de sólo dos y medio años en el gobierno, el gobierno de Obama había deportado aproximadamente un millón de inmigrantes!
La supervivencia no es un crimen. El S-Comm causan grandes trampas coordinadas para la deportación y fomentan el perfilamiento racial. Se promovió como parte de la guerra contra el terrorismo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) — en realidad, es una guerra contra las libertades civiles, cuyos blancos principales en los EEUU eran los musulmanes y árabes.
La “seguridad nacional” es una cortina de humo utilizada para atacar a los inmigrantes de color que vienen a este país desesperados por encontrar trabajo y seguridad. Básicamente son refugiados políticos y económicos, atraídos a los EEUU por las guerras de Washington, las devastadoras estrategias comerciales y la explotación de sus propios países — funestas políticas que Obama perpetúa. Éste es el eterno tipo de políticas de lucro que inspiraron al académico africano-americano Cornel West a caracterizar al Presidente como una “mascota negra de los oligarcas de Wall Street”.
El S-Comm requiere que los policías locales archiven las huellas dactilares de todos aquéllos que son arrestados en el FBI y el DHS, sin importar que tan insignificante pueda ser su presunto crimen. Posteriormente, el DHS busca a los inmigrantes indocumentados. Al igual que el Programa de Criminales Extranjeros, el S-Comm opera antes de una posible condena.
Además, a diferencia de los ciudadanos de EEUU, los inmigrantes que son detenidos sin papeles no tienen derecho legal a un abogado.
Los policías locales racistas que saben que se hacen deportaciones aun después de que se han desechado los cargos criminales se toman la libertad de arrestar a posibles inmigrantes indocumentados con cualquier pretexto. Por otra parte, vale la pena apuntar que muchos funcionarios y fuerzas policiales se oponen vehementemente a que los fuercen a hacer el trabajo de los policías de inmigración federales.
El S-Comm hace que las fuerzas de aplicación de la ley locales y estatales se confundan con las fuerzas de inmigración federales. Ninguna agencia, incluyendo el ICE, tiene la autoridad de supervisar esta impía fusión. La fecha límite para que comience a funcionar el S-Comm en todas las cárceles y prisiones es el 2013. Ninguna agencia puede optar por no participar en el S-Comm.
El S-Comm es también parte de una estratagema del FBI llamada Identificación de Próxima Generación. Un paso más en el camino hacia el estado policiaco, este programa expandirá la base de datos de huellas dactilares que actualmente usa el FBI para que incluya información biométrica derivada de escaneos de iris, huellas de palmas y tecnología de reconocimiento facial.
Durante la última década, más de tres millones de gente indocumentada han sido detenidos. Hoy día, existen más de 250 centros usados para la detención. Con frecuencia no se les informa a las familias de la gente detenida, y por eso se les deja en un estado de angustia por no saber el paradero de sus parientes desaparecidos.
Los centros de detención de inmigrantes son el sector del sistema carcelario de EEUU de mayor crecimiento. El racismo y sexismo son endémicos y los abusos contra los derechos humanos como las violaciones y las palizas son la norma. Muchos de esos centros, como el Centro de Detención de Willacy de Texas, son campos de concentración administrados privadamente por contratistas gubernamentales. El vertiginoso costo humano ha alcanzado proporciones históricas con Obama.
La movilización para acabar con la injusticia. El S-Comm es la expresión concreta de la total indiferencia del ICE hacia los derechos de los inmigrantes. Ha provocado protestas en ciudades, estados, condados, organizaciones estudiantiles, grupos de derechos de inmigrantes latinos y sino-americanos, y de otros activistas de color.
En Illinois se introdujo legislación estatal recientemente para denegar el financiamiento del S-Comm. El proyecto de ley se llama la Ley de Susana, llamada así por Susana Ramírez, una madre que inicialmente fue detenida en su coche por no indicar un cambio de carril y que ahora corre el peligro de ser deportada. En agosto de 2011, hubo protestas contra el S-Comm en Chicago, Washington, D.C., Los Ángeles y Oakland, Calif.
Entre las organizaciones de activistas se encuentran la Alianza de Jóvenes Inmigrantes por la Justícia con sede en Chicago, la Alianza Nacional de Comunidades Caribeñas y Latino Americanas, y la Asociación Americana de Abogados de Inmigración.
La Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras (NDLON), junto con el Asian Law Caucus y el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, publicaron un informe condenando el S-Comm y haciendo un llamado por su eliminación.
¡Manifestémenos! Para ocuparse de esta resistencia, el gobierno de Obama estableció un grupo de trabajo, con audiencias en varias ciudades para sugerir mejoras para el S-Comm. John Morton, director de ICE, lanzó el grupo de trabajo en junio de 2011.
Cinco miembros del comité terminaron renunciando a causa. Entre éstos estaban tres miembros sindicales y un jefe de policía jubilado, quien dijo que las recomendaciones del grupo de trabajo no eran suficientes para garantizar que los inmigrantes detenidos por delitos menores no serían deportados, y que el S-Comm debería suspenderse hasta que se arregle.
“Este grupo de trabajo no fue otra cosa que un fracaso total [por parte del ICE] para defender un programa que es indefensible”, declaró Sarahi Uribe de NDLON. “Sólo hay una recomendación que hacer: eliminar las Comunidades Seguras ahora mismo.”
Cuarenta y seis por ciento de la gente indocumentada vive con su familia, y la mayoría ha estado en EEUU durante más de 11 años. Cuatro y medio millones de niños de EEUU que son ciudadanos tienen un padre o madre que es indocumentado — y son un blanco probable del S-Comm.
Los defensores de los derechos de inmigrantes se están organizando para luchar contra este racismo legal, este escalamiento de la injusticia, los cuales amenazan la libertad de todos. Nuestro activismo podría incluir:
• Trabajar con sindicatos para que se aprueben resoluciones que exijan que se eliminen las Comunidades Seguras y programas similares.
• Firmar peticiones de derechos de inmigrantes en sitios de la Web como www.presente.org
y www.change.org.
• Hacer hincapié en que éste es un ataque bipartita y poner en evidencia a Obama y al partido demócrata por su racista victimización de los inmigrantes.
• Postular a candidatos anticapitalistas independientes para cargos públicos que luchen por los derechos humanos básicos que todos merecemos sin importar el lugar donde nacimos.
Y, a propósito, hablemos de establecer el socialismo internacional. Ésta es la manera de garantizar derechos humanos integrales para todos, incluyendo la libertad de traslado. ¡Que se abran las fronteras!
Merle Woo, hija de inmigrantes chinos y coreanos detenidos en la Isla del Ángel, se puede localizar en woogok@comcast.net.