Los Ángeles: De pueblo antisindical a Central de Huelgas

En julio de 2023, trabajadores de hoteles de UNITE-HERE Local 11 se manifiestan con piquetes en el centro de Los Ángeles. FOTO: Val Carlson / FS
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Los Ángeles solía ser una ciudad antisindical donde la prensa del centro de la ciudad incitaba al departamento de policía que contaba con escuadrones anti-rojos en busca de sindicalistas, huelguistas y, con frecuencia, inmigrantes. Pero eso era antes.

Este año, Los Ángeles se ha convertido en el epicentro de una creciente militancia laboral, solidaridad entre sindicatos y un fuerte apoyo comunitario. Trabajadores diversos que generalmente no tenían comunicación se han unido para luchar por su futuro. La mayor parte de la industria del cine, la radio y la televisión está cerrada. Los trabajadores de hoteles se han unido para exigir cargas de trabajo tolerables y salarios que les permitan vivir en esa ciudad.

Un día de agosto, afuera del Sheraton Gateway de Los Ángeles, mariachis se enfrentaron a los huéspedes del hotel con trompetas y canciones. La mejor palabra para describir la escena: el piquete que rodeaba a un grupo de bailarines; la masa de camisetas rojas de UNITE-HERE Local 11; ollas de cocina sonando al son de la música; la confianza que resonaba en cada “¡Si, se puede!” — provocaba alegría.

Quince mil trabajadores hoteleros están ahora en huelga en una ola de disputas en todo Los Ángeles, huelga que comenzó con importantes acciones en UCLA el invierno pasado. Luego, la huelga de 11,000 escritores del Gremio de Escritores (WGA, según sus siglas en inglés) provocó huelgas de 160,000 artistas del SAG-AFTRA (Gremio de Actores de Pantalla — Federación Estadounidense de Actores de Radio y Televisión) y 10,000 trabajadores de la ciudad en SEIU (Sindicato Internacional de Empleados de Servicios) Locales 99 y 721. Siguieron los esfuerzos organizativos de los artistas de Marvel VFX y las protestas contra los salarios de pobreza de los empleados de Universal Hollywood.

Desafío a la avaricia corporativa. “Vivimos en una ciudad que es muy cara”, explica Karen, una huelguista del Sheraton, “debemos tener dos trabajos para mantener a nuestras familias”. Académicos, escritores, artistas y trabajadores de diversos sectores se enfrentan a un aumento de los alquileres, una inflación sinigual y el fin de la asistencia para el alquiler de la era COVID. “Pedimos mejores salarios, respeto, mejores seguros y beneficios”, afirma Mirna, otra huelguista. Las mujeres, en particular, se enfrentan a otros desafíos como el cuidado de los niños y las licencias familiares.

Los empleadores exprimen a sus empleados recortando normas establecidas desde hace mucho tiempo. El streaming se utiliza para reducir las regalías que se les pagan a escritores e intérpretes. Los hoteles mantienen una plantilla mínima de personal de la era COVID, independientemente de que la carga de trabajo se haya duplicado por el aumento de la clientela.

Las huelgas de Los Ángeles destacan la fuerte solidaridad laboral y comunitaria. Lemas como “Los Baristas sindicalizados apoyan a WGA y SAG-AFTRA” adornan los piquetes. Los Teamsters, entonces al borde de una huelga nacional de UPS, se negaron a cruzar los piquetes y prometieron $2 millones de dólares en junio para apoyar a los huelguistas de la WGA. Karen y Mirna describieron el apoyo moral que recibió su piquete cuando fue visitado por huelguistas de la WGA el día anterior. La comunidad se moviliza detrás de amplias demandas que afectan a toda la clase trabajadora. Los trabajadores de hoteles exigen que sus empleadores contribuyan a viviendas asequibles. Los escritores y actores protegen a la humanidad con el arte y el entretenimiento. Sara, huelguista del SAG, declara: “Si cedemos a la IA [inteligencia artificial], estamos cediendo a los poderes del mal por todo el tiempo que dure la humanidad”.

La solidaridad es la estrategia capaz de elevar a la clase trabajadora sobrecargada de trabajo y mal pagada de Los Ángeles. Cuando la comunidad se manifestó contra los ataques de los empleadores contra los miembros en huelga de HERE, los trabajadores notaron que se sentían más unidos y fuertes que nunca. El huelguista Abel llama a los patrones “pollos”. Su violencia expone su naturaleza cobarde, y estos “pollos” se escapan sigilosamente cuando se enfrentan a un movimiento obrero militante y bien organizado.

Movimientos construidos en la adversidad. Los Ángeles no siempre fue una ciudad sindical. Sin embargo, el actual renacimiento laboral de Los Ángeles tiene un precedente histórico. Su gran población inmigrante juega un papel fundamental pues los inmigrantes suelen tener una experiencia política más radical y un instinto para la cooperación y para detectar las causas comunes. En 1903, 500 trabajadores mexicanos se declararon en huelga contra el Pacific Electric Railway, provocando así la primera colaboración entre sindicalistas blancos y trabajadores mexicanos de la región.

La Ley de Inmigración de 1965 marcó el comienzo de una ola de inmigrantes latinoamericanos y del sudeste asiático a California y revitalizó el movimiento laboral en su totalidad. La década de 1990 fue testigo de importantes victorias sindicales, por ejemplo, la huelga de Justicia para los Conserjes en Century City que impulsó la densidad sindical de conserjes del 10% al 90% en Los Ángeles.

La fuerza del movimiento laboral siguió creciendo. Los camaradas del Partido de Libertad Socialista recuerdan la solidaridad que brindaron a miles de trabajadores de supermercados durante una heroica huelga de cinco meses en 2003-2004 y yo, la autora de este artículo, a nivel personal sigo entusiasmada por las huelgas de 30,000 maestros de Los Ángeles en 2019 y la huelga de 2023 de 30,000 empleados escolares a los que se unieron los maestros.

La lucha crece día a día. Los trabajadores hoteleros en huelga han convocado a boicotear todos los hoteles con contratos vencidos e instan a organizaciones e individuos a cancelar sus reservas. Los escritores obligaron a reanudar las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés) después de 102 días de protestas con piquetes. Sin embargo, la AMPTP sigue negándose a negociar con SAG-AFTRA hasta ahora (mediados de septiembre). A pesar de ello, los escritores y actores siguen unidos al declarar: “Ésta es una batalla que no podemos darnos el lujo de no ganar. ¡Así que ganaremos!

El mismo fervor que impera en Los Ángeles se está extendiendo por todo el país. Este año, más de 323,000 trabajadores estadounidenses se han manifestado con sus piquetes, incluidos 2,300 empleados graduados de la Universidad de Michigan y 1,400 maquinistas de locomotoras en Pensilvania. Además, la abrumadora disposición de 340,000 trabajadores de UPS a hacer huelga obligó a los directivos a volver a la mesa de negociaciones (ver “UPS contract approved“).

Los trabajadores también se están rebelando a nivel internacional. Corea del Sur tiene una floreciente industria del entretenimiento. El Gremio de Directores Coreanos está luchando contra empresas como Nétflix y Disney, que regularmente privan a estos directores y guionistas de sus regalías.

Los trabajadores de Los Ángeles de hoy tenemos el poder de recuperar nuestra ciudad. Hacer huelgas es contagioso y esta actividad en Los Ángeles tiene el potencial de inspirar un movimiento internacional. Los trabajadores de todo el mundo están observando a los sindicalistas de Los Ángeles, quienes tienen una lección que enseñarnos sobre la solidaridad de clase y la resistencia optimista.

¡Estamos en la lucha!

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