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Stephen Durham ofrece al escenario electoral una abundante experiencia y un generoso corazón. Dedicado a cambiar la situación de raíz, es un radical de toda la vida en el mejor sentido de la expresión.
En las décadas de 1970 y 1980 Durham, que cuenta ahora con 64 años, fue el organizador del Partido de Libertad Socialista (FSP) en Los Ángeles, y a partir de entonces ha dirigido la sucursal de la ciudad de Nueva York. Desde la fachada del partido en Hárlem Central, sólo es necesario un breve viaje en metro al centro internacional del capitalismo. Durham ha hecho ese viaje muchas veces para enfrentarse a la corrupta élite financiera — en meses recientes, con frecuencia ha marchado con Ocupar Wall Street y ha llevado a cabo clases informales sobre la economía.
Durham se volvió radical cuando era estudiante y trabajador universitario en la Universidad de California en Berkeley (UCB), donde participó en el movimiento contra la Guerra de Vietnam y se convirtió en un “objetor de consciencia”. También luchó al lado de estudiantes de color en la histórica batalla a favor de los Estudios del Tercer Mundo en UCB.
Como pionero del activismo gay, formó parte del primer congreso nacional de lesbianas y gays en 1969. Durham, que es un consistente defensor de los derechos de la mujer y simpatizante del liderazgo femenino, lucha para mantener a la vanguardia todos los asuntos feministas en todos los movimientos.
Durham se hizo militante sindical mientras trabajaba de mesero en California y después en la ciudad de Nueva York. En 1985, proporcionó liderazgo de bases en la huelga del Hotel Trades Council de la ciudad de Nueva York por parte de 16,000 trabajadores, predominando la gente de color, las mujeres y los inmigrantes.
El longevo involucramiento de Durham en América Latina comenzó en la preparatoria cuando era estudiante de intercambio en Brasil durante la dictadura militar. Habla español y portugués y ha viajado a México, América Central y del Sur y El Caribe, forjando lazos y cooperación con otros izquierdistas y revolucionarios.
Habiéndose postulado para la Asamblea del Estado de Nueva York en 1998, Durham anunció su campaña de puerta en puerta en el Distrito 71, que es predominantemente latino y africano-americano. Su campaña fue respaldada por el padre Luis Barrios, activista puertorriqueño; por el radical de Hárlem de mucho tiempo, Yuri Kochiyama; por la antigua asambleísta Marie Runyon; y por el defensor de los derechos de los inmigrantes haitiano, Ray LaForest, entre otros.
Pensador al igual que “hacedor”, Durham ha escrito sobre temas como la crisis del SIDA y la Revolución Cubana, la liberación de Lynne Stewart y el desastre ambiental causado por la fractura hidráulica.
Hoy día, Durham ofrece su perspectiva global y décadas de invalorable experiencia política a una campaña de la clase trabajadora para presidente.
Christina López es una chicana dinámica y elocuente de un barrio de Phoenix, cuya familia trabajadora tiene raíces en el suroeste que anteceden a las fronteras de EEUU.
Desde su juventud ha sido organizadora. Como miembro del grupo estudiantil chicano MEChA, trabajó contra una ley racista de “sólo inglés” en Arizona.
Después de mudarse a Seattle, López se interesó por el Partido de Libertad Socialista (FSP) por su énfasis en la lucha por la liberación racial como un componente esencial de la construcción de solidaridad de clase. Ella ha difundido este mensaje y ha desafiado el racismo a través de una amplia labor en defensa de los derechos de los inmigrantes, la acción afirmativa y la libertad para Mumia Abu-Jamal.
Su profunda implicación en el surgimiento a favor de los derechos de inmigrantes de 2006 y 2007 incluyó su oposición al profundamente fallido proyecto de ley de “trabajadores invitados”. Ha dirigido protestas contra la brutalidad policial y ha trabajado con mujeres somalíes para protestar contra las redadas del FBI. Recientemente ha ampliado su activismo en el movimiento Ocupar Wall Street de Filadelfia a Seattle, donde ayudó a aprobar una resolución de “zona libre de policías” en la asamblea general.
En empleos que abarcan desde la producción en Cosméticos Revlon hasta
empleada de tribunal de condado y socia bibliotecaria, López ha sido
miembro de varios sindicatos, entre otros, la Federación Americana
de Empleados Estatales, Municipales y de Condados y la Federación
Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos.
Hoy, a los 43 años de edad, López es presidenta de las Mujeres Radicales de Seattle (RW). Ella ha sido clave para la construcción de la campaña de RW, Hermanas Organizadas para la Supervivencia, que ha luchado contra los recortes en el presupuesto estatal y los despidos de empleados públicos durante los últimos tres años. Mujeres Radicales está afiliada con el FSP sobre la base de un programa compartido de feminismo socialista.
López lucha por los derechos reproductivos como apasionada feminista de color y dirigió la colaboración de RW con feministas negras en Jackson, Miss., para defender la última clínica de aborto en el estado. Ella ha señalado los efectos especiales de la guerra sobre mujeres y niños y la necesidad de que el movimiento anti-guerra dé prioridad a esta cuestión.
Es autora del futuro documento de posición de RW “Estamos en la lucha: las mujeres inmigrantes encienden el fuego de la resistencia”, que se centra en el impacto de las políticas de inmigración estadounidenses sobre las mujeres y los niños y destaca el papel fundamental de las mujeres inmigrantes en este país e internacionalmente. Su pasión por la justicia racial le ayuda a guiar al Comité Nacional de Compañeros de Color, grupo combinado del FSP y RW.
Como candidata a la vicepresidencia, López va a ser una feroz partidaria de los oprimidos.
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