Proyectos de ley de cuidado de salud rancios y atorados en el Congreso

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“Americanos con y sin seguro médico pierden sus hogares y su sustento porque no pueden costearse el cuidado médico”, expresa iracundo el Dr. Samuel Metz de Mad as Hell Doctors. “Ya es hora de dar prioridad a la salud de 300 millones de americanos antes que al bienestar financiero de 1,100 compañías de seguro médico.”

Hace ya un año que el presidente Obama hizo un llamado por la renovación del cuidado médico de EEUU. Rechazó inmediatamente el cuidado médico universal y costeable proporcionado por el Gobierno, como lo ofrece la Administración de Veteranos, y el financiado por los impuestos, como Medicare. Durante los últimos meses, la Cámara de Representantes y el Senado discutieron sobre cómo modificar el actual sistema de seguro privado. Los proyectos de ley contienen unas cuantas mejoras, desvirtuadas por tantos beneficios para las compañías aseguradoras y farmacéuticas que empeorarían nuestro sistema de cuidado de salud.

¿Por qué nos ha tomado tanto tiempo lograr tan poco? Porque el plan que se suponía que debía beneficiar al pueblo realmente tiene como objetivo el lucro corporativo. Es dolorosamente obvio que los intereses de las grandes corporaciones y los de los trabajadores son diametralmente opuestos. La gente trabajadora está rechazando la legislación, la cual desanima a muchos políticos a votar a favor durante este año de elecciones.

El plan de las empresas. Dado que Barack Obama hizo la reforma del cuidado médico parte de su campaña electoral, muchos suponen que fue en respuesta a la preocupación pública por la cobertura deficiente y los altos costos. Pero en 2007 la Mesa Redonda de los Negocios publicó un informe en el que se argüía que los costos de cuidado médico en aumento limitaban la capacidad de las corporaciones de EEUU para competir en el mercado mundial. Por eso comenzó la iniciativa para la “reforma del seguro de cuidado médico”.

La Mesa Redonda de los Negocios no es el Club de Rotarios sino una asociación de presidentes de importantes corporaciones de EEUU con casi $6 trillones en ingresos anuales. Sus compañías representan casi una tercera parte del valor total de los mercados de acciones de EEUU. Cuatro miembros son parte de las “cinco grandes” aseguradoras que reportaron ganancias nunca alcanzadas de $12, 200, 000 en 2009 — ¡un aumento del 56% comparado con el año anterior!

Este grupo lleva las riendas. Un día antes de que el presidente Obama convocara a la cumbre de cuidado médico bipartidista cuyo propósito era resolver el atolladero en el cual se encontraba el Congreso, visitó a los miembros de la Mesa Redonda de los Negocios. “Soy un ardiente creyente en el libre mercado”, les aseguró. “Quiero que todos los presentes tengan éxito.”

El paquete de reforma del seguro de cuidado médico, si es que algún día emerge del Congreso, beneficiará a las grandes empresas, lo cual siempre fue su objetivo.

Un plan miserable. En el momento en que el Freedom Socialist se está imprimiendo, parece que la versión final será la del Senado, pero la de la Cámara de Representantes no era mucho mejor. Contenía un programa de seguro administrado por el Gobierno (la opción pública), pero pocas personas habrían sido elegibles para dicho programa. De cualquier forma, no estará en el proyecto de ley final.

Aproximadamente 30 millones de personas serán forzadas a pagar el seguro o una multa. Aquéllos que no puedan pagar podrán obtener subvenciones federales pero 23 millones no podrán pagar el seguro aun con las subvenciones, ¡o se les denegará la cobertura por ser inmigrantes documentados con menos de cinco años en el país, o por ser indocumentados!

Se han interpuesto tantos obstáculos contra la cobertura del aborto que es posible que las aseguradoras lo dejen de ofrecer. Muchos de aquéllos que tienen seguro por su trabajo tendrán planes de seguro que no podrán pagar. No hay límites a los deducibles, copagos o primas, ni a las enormes ganancias de las compañías farmacéuticas.

Una de las cuestiones positivas es que las aseguradoras no podrán denegar la cobertura a causa de las condiciones médicas preexistentes. ¡Sin embargo, pueden incrementarles las primas hasta el triple a aquéllos con mala salud, a las mujeres y a los ancianos! ¡Con razón hay tanta oposición!

La lucha continúa. El grupo Labor for Single Payer celebró un congreso en Washington, D.C. del 5 al 7 de marzo para establecer estrategias para llevar la batalla al siguiente nivel. El Coordinador Nacional, Mark Dudzic, declara que, “Aquéllos que deberían pagar [por su cuidado médico] son los que tienen los medios, los que se han saciado en la mesa del capitalismo norteamericano — los costos no deberían serles impuestos a los trabajadores.” Cualquiera que sea el dudoso resultado del Congreso, la respuesta probablemente serán personas con las mangas arremangadas y una creciente determinación por parte de los militantes del movimiento laboral, los pacientes, los doctores y los sindicatos de enfermeros.

Jordana Sardo es organizadora en el FSP de Portland. Te puedes comunicar con ella en 1

jsardo60@hotmail.com.

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