A principios de diciembre de 2019, viajé a la Ciudad de México para reunirme con líderes socialistas feministas latinoamericanas. Tuve el honor de representar a Mujeres Radicales y participar en discusiones con mujeres del Partido Obrero Socialista (POS – México), Mujeres por la Libertad (Argentina) y Partido Socialismo y Libertad (PSL- Argentina). Nuestros objetivos eran profundizar el análisis de las revueltas feministas en nuestros propios países, discutir la necesidad del liderazgo de las mujeres trabajadoras y la importancia de las organizaciones autónomas de mujeres, y desarrollar planes para aumentar nuestra colaboración.
Esta histórica reunión cara a cara entre Mujeres Radicales (RW) y los otros grupos fue el resultado del trabajo realizado en el Comité para el Reagrupamiento Internacional Revolucionario (CRIR) por nuestra organización hermana, el Partido de Libertad Socialista (FSP), y PSL y POS. (Ver el artículo.)
Dada la rebelión feminista que está ocurriendo en todo el mundo, fue apropiado que nos reuniéramos en México, donde las mujeres se están organizando contra el feminicidio que cobra la vida de diez mujeres cada día. Nos enteramos de las estudiantes del Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que han estado protestando por la falta de acción en torno a la violencia sexual y la desaparición de una estudiante. En los pasillos del departamento cuelgan pancartas que proclaman “Muerte al machismo”.
Haciendo frente al liderazgo reformista. Nuestros grupos compartieron una crítica común de las feministas convencionales cuyo papel es contener la militancia del movimiento. En Argentina, grandes manifestaciones organizadas por grupos reformistas están siendo reclamadas por un número aún mayor de feministas jóvenes que se presentan en el punto final de las marchas para expresar mensajes más radicales de liberación.
Mujeres por la Libertad, una organización de mujeres independiente iniciada por feministas de PSL, ofrece un ala izquierda para que estas activistas puedan canalizar su energía. Mujeres Radicales cofundó Seattle Silence Breakers (Las Rompedoras del Silencio), el cual ha convertido el hashtag MeToo en un organismo que lucha contra el acoso sexual y racial en el trabajo.
Las mujeres de POS están proporcionando recursos para servicios de aborto y son líderes en el sindicato de maestros de Oaxaca.
La necesidad de una organización autónoma. En muchos países, el creciente activismo de las mujeres ha empujado a la izquierda a renombrarse como “feministas socialistas” como una forma de parecer abiertas a la inclusión. No obstante, cuando las mujeres se levantan dentro de sus propios partidos y afirman su liderazgo, la respuesta no siempre coincide con la teoría.
Tales experiencias llevaron a una de las mujeres en nuestra reunión a viajar a Rojava en Siria para obtener una perspectiva directa de las mujeres como líderes respetadas y combatientes armadas. Sus viajes fueron un parteaguas para las mujeres de su partido y las motivaron a crear un nuevo partido, PSL, que tiene sus raíces en el feminismo socialista revolucionario. Durante ese proceso, también estudiaron The Radical Women Manifesto (El manifiesto de las Mujeres Radicales), que les dio una idea de cómo funciona una organización autónoma de mujeres.
La cuestión de si los partidos revolucionarios deberían participar y promover organizaciones independientes de mujeres ha sido un punto de conflicto para la izquierda internacional desde la aparición del movimiento feminista Segunda Ola. El movimiento socialista perdió a muchas mujeres revolucionarias debido a la oposición sexista, la cual generó una gran desconfianza en la izquierda. Hasta hace poco, el FSP era único en su compromiso con las organizaciones autónomas de mujeres socialistas, como lo demuestra su apoyo a las Mujeres Radicales. Ahora es el momento de corregir este error y construir un ala revolucionaria de la lucha de las mujeres.
Esta primera reunión estableció objetivos modestos como punto de partida: una declaración emitida conjuntamente para el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras (8 de marzo), una posible reunión futura sobre el feminismo socialista revolucionario en Argentina y un compromiso para encontrar más formas de colaboración.
Construyendo solidaridad a través de las fronteras. Además de la reunión de mujeres, participé en una conferencia de POS unos días antes. Aprendí de mis compañeras sobre varias luchas en las que participan las mujeres de POS en todo México. En Oaxaca, el modelo de organización se basa en tradiciones indígenas donde a las mujeres, los hombres, los gays, las personas trans y las lesbianas se les respeta y se les considera como iguales.
Las participantes estaban interesadas en el análisis por parte de Mujeres Radicales de #MeToo y apreciaron nuestra perspectiva de que el movimiento necesita lidiar con las instituciones que perpetúan la violencia de género. Querían saber sobre nuestro trabajo con mujeres inmigrantes, nuestra demanda de que se abran las fronteras y las protestas que organizamos contra las redadas de ICE.
A través de las diversas reuniones, ha surgido en mí una apreciación más profunda del poder de las ideas y de la manera en que las perspectivas políticas compartidas nos unen, sin importar en qué parte del mundo nos encontremos. ¡Es alentador saber que hay feministas socialistas revolucionarias fomentando la lucha en todo el mundo!