Apoya al pueblo kurdo contra los ataques turcos y por la autodeterminación

Kurdish YPG and YPJ fighters holding flags
Luchadores YPG y YPJ, 2016. Photo: Kurdish Struggle.
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El Partido de Libertad Socialista de EE. UU. y Australia, condena el ataque militar de Turquía contra los territorios controlados por los kurdos en Siria. Al mismo tiempo, somos muy conscientes de que el objetivo del gobierno de EE. UU. en Siria tiene sus bases en el auto-interés imperialista y no en ayudar al pueblo kurdo, como ha demostrado la apresurada salida de los militares. Ahora, el destino de los kurdos sirios está en manos del mundo.

Hay aproximadamente 40 millones de kurdos en cuatro países: Irak, Irán, Siria y Turquía (que tiene entre 15 y 20 millones de ciudadanos kurdos). Constituyen el mayor grupo indígena sin tierra del mundo. Su lucha por la autodeterminación ha estado en curso durante siglos, tiempo durante el cual se han aliado con muchas fuerzas distintas, hasta ahora sin éxito, para lograr su objetivo.

Durante décadas, el gobierno turco ha calificado al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), una milicia kurda, como una organización terrorista y se ha vengado del pueblo kurdo en su conjunto mediante el castigo colectivo. Varios regímenes turcos han quemado sus aldeas, asesinado y encarcelado a sus líderes y simpatizantes, y han abogado abiertamente por el genocidio. Según los Acuerdos de Ginebra, el castigo colectivo es un crimen de guerra, lo que convierte al presidente turco Erdogan en un criminal de guerra.

La invasión turca ya está provocando una destrucción masiva para la población civil en áreas controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos. Los refugiados están obstruyendo las carreteras del noreste de Siria en un intento desesperado de huir de la primera ola del ataque turco. No tienen comida, refugio ni gasolina y los militares les impiden cruzar la frontera con Turquía. Se está gestando una enorme crisis humanitaria que empeorará a menos que la invasión sea detenida por la movilización de un movimiento internacional contra la guerra.

Como socialistas y feministas, apoyamos al pueblo kurdo y a sus fuerzas de combate, incluidas las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ), las cuales han defendido valientemente las comunidades multinacionales que ayudaron a establecer en el noreste de Siria durante la guerra civil de siete años, a menudo bajo el liderazgo de mujeres combatientes.

Por lo tanto, instamos a los defensores internacionales de los derechos humanos a:

Que le pidan al presidente Erdogan que detenga de inmediato el bombardeo de Siria y que repliegue sus fuerzas hasta la frontera siria. No a la ocupación turca. Que se abra la frontera turca a todos los refugiados que huyen de los combates en Siria.

Que organicen protestas contra el presidente Erdogan donde quiera que viaje, incluidos los EE. UU. y Australia.

Hacemos un llamado a los gobiernos de Australia y EE. UU. para que:

Acojan a los refugiados desplazados por los combates en Siria.

Eliminen al PKK de la lista de terroristas para que la ayuda humanitaria pueda llegar a los necesitados.

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