¡El FSP cumple 50 años! Este hecho es un acontecimiento, un motivo de celebración para el FSP, para el POS y para todos los socialistas revolucionarios. La larga vida de su partido significa que su fundación nunca fue un capricho sino la decisión valiente y audaz de un puñado de militantes que le dieron cimientos sólidos y raíces profundas, porque el FSP refleja los intereses de lo mejor y más noble de la clase trabajadora norte americana. Si no fuera así, su partido no hubiese logrado sobrevivir. Gracias a que ha atraído a lo mejor de la sociedad americana, el FSP existe, es sólido y es una esperanza para todos los luchadores proletarios del mundo.
Cincuenta años parece mucho tiempo. Lo es para la vida de una persona. Pero no para los grandes cambios históricos, los que busca el FSP, mucho más si estos se persiguen en el corazón y la principal fortaleza del capitalismo mundial, los Estados Unidos de América. El FSP ha hecho una travesía por el desierto de décadas y lo vemos emerger de ese duro, difícil y largo período histórico con sus banderas desplegadas y renovadas.
Los marxistas revolucionarios de México y el mundo debemos aprender del FSP, imprescindibles para construir nuestros partidos. El papel de las mujeres trabajadoras es uno de ellos, como se puede ver en su prédica feminista-socialista y en la labor inteligente, paciente y entusiasta de sus líderes y militantes mujeres. La colaboración revolucionaria de estas compañeras con dirigentes varones, gays, y personas de todas las razas, en un ambiente a un tiempo de crítica y armonía, hace al FSP una organización indestructible.
La compleja y sofisticada maquinaria de un partido marxista revolucionario no se improvisa al aproximarse una revolución. La formación de dirigentes y cuadros es un proceso lento, complejo y a veces doloroso. En Estados Unidos de América la revolución socialista no está próxima, aunque la crisis burguesa también se expresa en este país en la forma de creciente desigualdad, empleos precarios, violencia racista, resistencia y lucha popular y en sicópatas que saltan a la palestra política con alta popularidad. Los tiempos venideros nos traerán condiciones menos desfavorables para edificar organizaciones de revolucionarios.
Sabemos que durante muchos años su partido sufrió un injusto aislamiento por parte de otras corrientes marxistas. A pesar de ello, el FSP es hoy un ejemplo de internacionalismo proletario, tanto por su actividad en el seno de las comunidades latinas como por su solidaridad con las luchas del pueblo mexicano. El POS se ha beneficiado de la conducta consecuente de su partido y sentimos una gran gratitud hacia lo que han hecho por nosotros.
En la vida del POS, que ya tiene 36 años, el encontrarnos con el FSP y fundar el Comité por la Reagrupación Internacional de los Revolucionarios ha sido un hito, una de nuestras fechas más felices. Tenemos la certeza de que el CRIR, en los años próximos, que serán favorables para construir organizaciones genuinamente socialistas, será un referente para muchos militantes marxistas y cumplirá uno de sus fines: agruparlos, darles una bandera, un programa y una organización internacional, así como una trayectoria sin mancha.
Deseamos que su Convención Nacional adopte resoluciones que les permitan seguir avanzando. El FSP y el CRIR son hoy un pequeño pero inapagable faro para miles de revolucionarios de todas las latitudes.
Reciban nuestro saludo fraternal y solidaridad incondicional. ¡Larga vida al FSP!
El Comité Ejecutivo del
Partido Obrero Socialista.